Mi viaje a Varsovia

Este fue uno de los intentos que hice de relatar el inicio de mi viaje a Europa. Y dice:

 

Finally and after 14 days of being in Warsaw I have the time and calm to tell the story of my last few days. While writting this I’m in my new office in Przanyska, Warsaw where I’ll work for the next three months.

 

 

International Airport «Simon Bolivar» > The flight > As quick as a flash in Madrid Barajas > Berlin> Finally: Warsaw!

 

 

After spending my last hours in Venezuela with my family and having a very sad farewell (first trip abroad for more than 3 weeks) I was sitting at my boarding gate with two hours left. Thinking about thousand things. I had dreamed of this experience for the last five or six years of my life and finally it was coming true. The second part of my European dream and the first step to become a real citizen on the world had started. I had never thought of going to Poland. It was something out of what I had planned, but still happened to be exciting: Europe, a different culture, a different language, new people, new experiences. Simply exciting! I boarded my plane «Maria Pita» at 16:39 with a bitter mood because of the guards asking any stupid questions you could imagine: «where? why? how?» Bah! If you had young face and with potential to be developed abroad they caught you and ask you anything they could. Anyway, after a few minutes I forgot all about that and continued enjoying myself. I looked out the window to observe the Caribbean Sun lighting the airport, it was a very shiny hot day. Once the plane took off I started enjoying the Caribbean Sea below us. What a beautiful scale of blues! The sea fusing with the sky. I admired that during the whole way. Colors of the rainbow, all kinds of blue, the clouds, the twilight, and the amazing experience of watching the sun setting and rising in less than twelve hours: awesome!

 

I arrived to Madrid, Barajas at almost 08:00 and I was suppose to board my next plane at 08:20. Those minutes between getting down the plane and running to board the next were the most stress full minutes of the trip! Didn’t have time for anything. In immigration there were four big lines that would take at least 40 minutes, so I asked the first guy in one of the lines to let me go through so I wouldn’t loose my plane! I did it! Just in time! In this next plane I was surrounded by Spanish people. All seemed to have been taken out of Televisión Española. It was so funny to listen to them speaking with their Spanish accent.

 

 

Pues, me tocarían tres horas mas de vuelo antes de llegar, no a mi destino final si no a la próxima parada: Berlin (lamento el cambio brusco de idioma). Aquí llegue a eso de las 12:00 y aun no notaba el cansancio de las 15 horas que llevaba viajando. Mi maleta fue la primera en salir así que la tomé y fui hasta un teléfono monedero, avisé que había llegado y busqué mi camino hacia la parada de autobuses para ir a la estación principal de trenes. Por problemas con el idioma (inglés, alemán, español, lo que sea) terminé montándome en un autobús que no me llevó a la estación principal de trenes si no a otra. Allí de todos modos pude comprar mi pasaje Berlin-Varsovia. A las 14:48 cuando ya estaba super cansada, obstinada y mareada de recorrer la estación central (a la que me fui luego de comprar mi pasaje en la primera), me tiré en el piso, con medio donner en el estómago y tomando mi bebida favorita en Alemania: Lift. Se me había roto la manilla de la maleta mas grande, me dolía la espalda, tenía sueño. Y todos a mi alrededor con sus caras amarillas y serias. Nadie con quien hablar. Después de tener como dos horas en la estación se me dio por verificar si estaba en el carril que me correspondía. Menos mal que se me ocurrió hacerlo, porque mi tren salia de tres pisos mas arriba. Muy puntualmente, mi tren llegó y me monté con mis tres maletas para viajar a Varsovia. Ya este viaje fue largo y aburrido aunque de vez en cuando tuve con quien conversar.

 

Mi primer contacto fue con Piotr (Pedro), un polaco que iba en la misma cabina que yo, junto con 4 personas mas. En total eramos seis. Todos caras largas y muy metidos en su mundo. Y todos despreocupados por la «inseguridad» de la que me había hablado Ola, por lo que de cuando en cuando salían de la cabina a caminar por los pasillos del tren y estirar las piernas. Con esta observación el viaje se me hizo mas fácil pues yo decidí hacer lo mismo. Ya me dolía todo el cuerpo de tener tantas horas viajando sentada y sin dormir.

 

Llegué a Varsovia como a las 22:45 y cuando tenía menos de un minuto de estar pisando la ciudad me recibió Kasia, quién había estado en Venezuela durante todo un año hasta hacía pocas semanas, lo que la hacía la host perfecta: polaca con conocimiento de la cultura venezolana. Estaba junto con su hermano también de nombre Piotr (desde es momento comencé a notar cuales eran los nombres polacos comunes). Había sido un largo viaje y estaba cansada. En la estación también estaban Ola (de AIESEC) y Adam (su novio) recibiéndome. Al salir a la superficie lo primero que vi fue el Palacio de la cultura, algunos edificios del centro de la ciudad y el piso húmedo. Que bueno haber llegado con una chaqueta.

 

En el carro camino a casa fue muy aliviante tener con quien hablar español. Nunca hubo, ni ha habido hasta ahora, un verdadero shock cultural. A pesar de todas las diferencias, sólo ha habido fascinación, pero ni un shock! En casa de los Mandał todos me recibieron con muchas sonrisas.

 

Los papas de Kasia: La señora Teresa y el señor Wojciech. La hermana, Agata, de 21 años y claro, Piotr de 19. Todos muy simpáticos, blanquitos y de ojos claros, por supuesto! El cuarto de Kasia fue mi calurosa morada. Me brindaron un te (el primero de los muchos que ahora acostumbro a tomar a diario) y unas galletitas. Después de una larga conversación con Kasia y de haberme comunicado con Venezuela para dar señales de vida, al fin caí en la cama, un poco triste, un poco asustada, un poco emocionada y sobre todo, muy cansada. Estando allí brotaron mis primeras lágrimas producto de todas esas sensaciones juntas. Al fin cansada me había dado cuenta de que estaba aún océano de distancia y más de mi tierra, de mi familia, que ahora se convertía en una calle más de esta ciudad que siento mía: el mundo.

¡Y la historia comienza!

¡Hola todos!

Después de unas cuantas semanas sacando cuentas y luego de varios intentos, he decidido hacer publica mi experiencia de vida ¿Qué me motivó a hacerlo finalmente? La gente. Los seres humanos son siempre mi mejor medio de inspiración.
Hace unos días estaba sentada en un bar con varias personas, conversando de forma muy entusiasta con una chica: Eliza, una polaca @ca que conocí en mi fiesta de bienvenida. Discutíamos, entre otras cosas, el por qué o por qué no debíamos hacer públicas nuestras experiencias de vida. La conclusión a la que llegamos fue que siempre habrán personas que se sentirán ofendidas cuando expresemos honestamente nuestros sentimientos hacia ellos, o hacia algo con lo que se identifican. Especialmente cuando estemos hablando de las particularidades de una cultura que no es la nuestra. Esto no se puede evitar. Pero concluimos que las enseñanzas o la ayuda que de nuestras experiencias pueden tomar otros tiene mucho más peso, mucha más importancia que una pequeña ofensa que realmente no es si no la mal interpretación de un punto de vista diferente. Debo aclarar: mi objetivo no es ofender, sólo expresarme.
Así que hoy, luego de cuatro semanas habiendo iniciado la segunda parte de mi sueño europeo, viviendo en las frías tierras de Polonia (a pesar de ser verano), me dispongo a transcribir cada uno de los pensamientos en este blog (los que me permita la velocidad de mis manos) y con esto espero lograr satisfacer mi necesidad personal de expresarme y la necesidad de otros de inmiscuirse en los pensamientos ajenos para aceptar, negar, reír, llorar, criticar o lo que gusten.
Escoger el idioma también fue tarea difícil. La disyuntiva estaba entre hacerlo en inglés o en español. El inglés llevaba la delantera porque es un idioma internacionalmente hablado y eso significa llegar a un mayor número de personas. Pero después de todo, no es que quiera llegar a nadie…más bien habrá quienes lleguen a este blog por cualquier razón, y sea la que sea, espero les distraiga. Al final me fui por el español: es mi lengua nativa y se expresarme mejor en ella, y aún así siento que a veces quedan muchos vacíos en lo que quiero decir. Nada, excepto la obra divina, le gana al pensamiento.

Ahora que tengo una razón, un idioma y las ganas de hacerlo, me dispongo a expresar mis pensamientos. A ustedes solo me queda decirles:

Enjoy the ride!