Mi cumpleaños polaco-venezolano

La semana del 13 al 19 fue de puro “goza que goza”. El miércoles 15 era feriado nacional (día del ejército Polaco). Por falta de información me perdí el desfile, que mucha gente de la ciudad también se perdió porque no era novedad para todos. Esa tarde la pasé caminando por el Łazienki con Luis, un parque del siglo 17 de alguno de esos reyes de la historia europea, y el más grande de la ciudad. Saliendo del parque me gocé con Luis el espectáculo de unos tanques de guerra siendo montados en otro monstruo de máquina (supongo que fueron usados durante el desfile que fue en la misma zona).

Ese día en la noche tendría mi fiesta de cumpleaños (que es el 16) organizado por Asia y Piotr (ella AIESECa y próxima compañera de cuarto pues me mudaré a su casa en dos semanas; él amigo inseparable de Asia y el ser mas caballeroso de la existencia; ambos mi fieles compañeros de vida nocturna en Varsovia).

El lugar de encuentro: un local nocturno subterráneo al norte de la ciudad, frecuentado por Piotr, quién reservó las mesas para nosotros. Ahí yo y parte del paquete de interns, AIESECos y no AIESECos de la ciudad listos para celebrar con muchas cervezas y música polaca y venezolana. Me hicieron una corona en honor al “Miss Venezuela” y yo les di el gusto de cantar “En una noche tan linda como esta!”.

Mis Venezuela y el beisbolista

Asia me hizo una piñata (con ayuda de Anne de China y Anna de Alemania). La piñata parecía un Huevocartoon, vestido de bailarina, con cara de Chávez, medias de bebe y guayuco, un fenómeno transexual con cara de idiota relleno de dulces:

El fenómeno transexual con cara de idiota

La comencé a golpear como niña a una piñata con los ojos vendados con una bufanda de la vinotinto, y que luego de que alguien gritara “imagina que es Chávez” comencé a despedazar miembro por miembro como una mujer preña’!

El momento glorioso en el que le tumbo los miembros al
fenómeno transexual con cara de idiota (entiéndase: Chávez)

El resto de la fiesta transcurrió entre tomar cervezas, venezolanos bailando salsa, polacos, ucranianos, rusos, chinas, alemanas y otros intentado bailar salsa, venezolanos y polacos bailando la lambada y mucha música de los ’80 que es normal escuchar por acá.

Mis regalos de cumpleaños: una kubek (taza) para tomarme el té como toda una Polaca que me dio Kasia, 22 jalones de orejas por ser mi cumpleaños #22 como costumbre rusa que me dieron Eugene (Ucrania) y Sara (Rusa-judía), la fiesta y la piñata (Asia y Piotr), risas (todos los presentes), un corcho con una imagen de la ciudad de origen de Sara (Rusa-judía).
Este Eugene y también Sara son dos personas MUY buena vibra que siempre están sonriendo. Sara siempre está vestida de rojo, y por ello su apodo es “red girl”. Camisa, correa, zapatos, pantalones, bolso, labios, cabello. Todo es rojo.

Intentar enseñar a Eugene y Paweł (Polonia) a bailar salsa, fue el sufrimiento de la noche, aunque también un buen trago de “sentimiento nacional”. Todos se fueron temprano porque al siguiente día tenían que trabajar. Pero esta que está aquí pidió libre el jueves y viernes para subir al norte de Polonia a continuar celebrando por el resto del fin de semana. Los relatos de ese episodio, más adelante.

Pa pa!