Hace rato que no les cuento cómo va mi aprendizaje de estonio. Desde que comencé a estudiarlo, ha sido una completa irregularidad. No tengo tanta energía como me gustaría, así que una maestría, una ONG sin olvidar mi trabajo regular, hacían difícil que fuese constante con eso y en otras cosas (como el gimnasio, por ejemplo). Pero en octubre terminé mi maestría. No mi formación, pero sí mi maestría.
Trabajo, siempre tengo un montón, y sigo estando al menos 10 horas al día en la escuela, a veces con clase, a veces planificando y otras simplemente estando para hacer cosas que nada tienen que ver con lo que me toca aquí (y digo aquí, porque aquí estoy. Y cuando digo cosas, me refiero a la ONG y otras más). Y es que me gusta el lugar para trabajar.
Pero bueno, a lo que iba: el estonio ha sido un caos. No porque sea difícil, como me dicen sus hablantes nativos (¡vaya forma de motivar a un extranjero!), sino porque si no tienes un objetivo claro y no te dedicas, no puedes aprender. Porque, aclaro, yo no soy de esas personas que «picks the language in the street». No, no puedo. Y me funcionan, mejor que nada, las clases y en un aula que, si no estudio en casa por indisciplinada o falta de tiempo, me ayudan. Y me encanta el ambiente, lo reconozco. Ser estudiante es una de las cosas que más me gusta.
Y vuelvo, que me salí del tema otra vez. A lo que iba era a lo que invita el título: a mi correo. Pues, resulta que mi última profesora, Marju, estuvo dándome clases junto a otro grupo de extranjeros, incluídos mis colegas de trabajo, durante el mes de diciembre del año pasado. Las mejores clases que he tenido. Ella me motivó un montón. Y digo me motivó porque, por cuestiones de horario, no hemos continuado. Pero eso sí, me motivó un montón. Y yo, que quiero pertenecer, he tenido ya una fuerte motivación desde hace mucho tiempo. Y como no se me ha quitado, ahora me la paso, cuando puedo, mirando letreros con más atención, escuchando conversaciones entre mis estudiantes, mirando mi diccionario, tomando notas, preguntando, indagando y usando mi pobre estonio cada vez que puedo.
Esa motivación sirve de efecto dominó. Que si tu hablas en estonio y alguien te responde en inglés o en español, tú insistes, porque tú quieres que te respondan en estonio. Y así lo estoy haciendo. Y si vuelven a responderme en español o inglés, yo insisto: que quiero que me hables en estonio, ¡coye! Entonces, mi querida amiga Kadi, que bien lo ha captado, nos ha enviado un correo a mí y a Luis en estonio puro y duro. Al final (muy lista ella) agrega una posdata en español diciendo que a estas alturas deberíamos ser capaces de entender lo que ahí dice y que si no, que le preguntemos. Y yo, pues, competitiva que soy, y motivada que ando, decido intentar entender. Y además, respondo. Respondí en estonio. Respondí en estonio sin usar el diccionario. Ni Google Translate (que no es que ayude mucho, pero algo). Ni pregunté en facebook (que muy receptiva y colaboradora es la audiencia que me ayuda cuando posteo mis dudas). Y estoy feliz y lo quería compartir. Y seguro que mi correo tiene un montón de errores, pero ahí lo tienen, lo que le digo a mis estudiantes: hay que probar, intentar poner en práctica lo que vamos aprendiendo. Sin miedo a equivocarnos, y con ganas de aprender cuando lo hagamos.
Bueno, la felicidad no me llega a tanto y además, tengo trabajo que hacer. Así que aquí les dejo, mi correo, mi primer correo en estonio sin diccionario:
Aha! Ma arvan et ma sain aru keskidee! Sa tahad teada kui meil on 2. aprilli vaba, sest sinu sünnipäeva tulla ja sa tahad midagi teha see päeval. Kas see on õige?
Oh! Ja võib-olla sa tahad teada, et ma kirjutasin e-mail ilma sõnaraamatuta! 🙂
Kallistus,
Mary
Actualización al 6 de marzo, 2011:
Kadi me corrigió mi correo y, para mi sorpresa, sólo tengo dos errores 🙂 Uno es una transferencia del español al estonio (kui en lugar de kas) y el otro es un descuido (tulla en lugar de tuleb).
He aprendido también lo importante que puede ser el kehakeel, o sea, lenguaje corporal. Lo uso cada vez que me encuentro frente a una situación auténtica de uso de la lengua y los nervios me atancan porque no sé cómo decir lo que quiero decir, y empeizo a usar brazos y manos y sonrisas y miradas. Está funcionando, aunque atrae la atención más de lo que suelo hacerlo con mis maneras 😛